Lovers in Japan


Fukuoka estaba radiante. tu risa resonaba en mi oído. las flores consentían mi olfato. tu boca colmaba mi gusto. la vista era la nada. como todo. la nada. ¿como siempre? no. dices que las estrellas son hermosas. dirás que ya no importa, error. sí importa. importa tanto como para conocer el número exacto de días. 727. importa tanto como para recordar el día y hora exactos. 21 de diciembre. 21:29 hrs. importa tanto que sé lo que llevabas puesto. vestido morado. bolsa verde. zapatillas ahora inexistentes, antes también moradas. importa tanto para preguntarme todas las noches la misma maldita cuestión. ¿por qué no paraste? te lo había advertido kilómetros antes. te lo había repetido. importa tanto para recordar cuántas veces te lo repetí. 7 veces. de haber tenido más tiempo. quizá lo hubiera repetido 8. quizá 20 pues estábamos lejos del destino. tú sabías que no gustaba de tu afición. para que sepas cuánta importancia tiene, te diré que no recuerdo cuántas veces te dije que no me gustaba tu afición. sin embargo, sé perfectamente que te dije que te detuvieras 7 veces. ¿sabes ahora cuánto importa? aunque ahora diré que no tiene importancia. oleré que de tus ojos brotan las gotas. saborearé que son algo saladas,cloruro de sodio, lo sé. te diré que no importa. sentiré tu pecho agitado, tu respiración entrecortada y tu voz quebrada. te diré que no importa. pero sí importa. escucharé tu disculpa por centésima septuagésima séptima vez. ¿sabes cuánto importa? importa tanto que tengo una fotografía mental. mi última. eres tú. tú eres mi última imagen. tú en el asiento. tú angustiada. pero tú. tú hermosa. ¿sabes cuánto importa? siento tu cabeza recargada sobre mi pecho. y es ahí que me convenzo de que no importa. sé que no era tu intención. también sé que éramos inmaduros. sé que era por pura diversión. y sé lo mucho que te arrepientes. es ahí cuando sé que no importa. cuando vuelves a colmar mi gusto. cuando vuelvo a sentir un aroma consintiéndome, parecido al de las flores, pero diferente. mejor. tu aroma. cuando tu voz ya repuesta me dice las 2 palabras. es ahí cuando me convenzo de que no importa. no importa me repito. pero me conduces de la mano a través del páramo. caminamos como 48 metros. ¿sabes? he adquirido nuevos talentos con las mediciones. te detienes. me dices que espere aquí. suena un llavero en tu bolsa. conozco el llavero. son las llaves de tu auto. un auto nuevo por supuesto. ¿el otro quedó inservible no? abres la puerta. ¿ya nos vamos? no. debes sacar algo del asiento trasero. lo buscas por 49 segundos. al fin lo encuentras. al querer sacarlo choca metal con plástico. ¿fue el marco de la puerta? caminas 3 segundos hasta donde estoy esperándote. Toma. me dices. estiro la mano. choca metal con piel. con resignación, como siempre, tomo mi bastón. dirás que ya no importa. error. sí importa. en fin. Fukuoka estaba radiante...

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